Nuevamente volví a encontrarme con una gran banda de la adolescencia, la cual no veía hacía mucho tiempo. Y que mejor oportunidad de volver a reencontrarme con todos esos recuerdos y anécdotas, que en la fecha de fin de año.
Pasadas las 19 hs me hice presente en las inmediaciones del estadio, ya el clima era fiesta, amigos, familias y sobre todo mucho metal de fondo sonando en autos estacionados. Pasaban las cuadras y cada vez más aumentaba la presencia de fanáticos del grupo, de más está decir, que en los últimos años Almafuerte incrementó su convocatoria y probablemente algo de esto tenga que ver con la mediatización expositiva que sufrió su líder Ricardo Iorio.
La gran velada arranco 19.45 cuando en escena se hizo presente la primera banda soporte “Scottus”, liderada por Tony Scotto, quien fuese primer baterista de Hermética, cosa que trajo a colación a la hora de su repertorio, mezclado con temas de su autoría y V8. El caldo se empezaba a calentar! La aparición de unas calaveras a modo de escenografía en el escenario dieron paso a la segunda y última banda soporte, “Buenos Aires”, con una propuesta de rock pesado moderno, terminaron de poner a punto a la audiencia, que para esta altura ya colmaba el estadio.
La gente ya estaba prendida fuego, y entre gritos y cantitos, salió a escena el cuarteto abriendo su repertorio con “Pensando en llegar”, tema perteneciente a su disco Toro y Pampa. Ya eran casi las 22 hs, el plato principal de la fiesta había comenzado, con un sonido que fue acomodándose con el paso del show.
Siguió “La máquina de picar carne” y de inmediato la gente desató un pogo bestial. Un video de Perón daba a entender que lo que seguía era “Orgullo argentino” sin embargo la imagen del general estuvo presente durante todo el show. Dos fotos en ambos costados de la batería junto a dos banderas, esto sumado a los banners de los sponsors hacían un escenario bastante sobrio. El siguiente tema fue “Patria al Hombro” con su ya clásico estribillo ¡NO, NO, PIBE, NO! El público estaba enloquecido, y esto recién empezaba.
Por momentos se mostró un Iorio un poco cansado y adolorido, continuamente ponía su mano en sus costillas mostrando una clara señal de dolor, motivo por el cual por momentos perdía el hilo de las letras. “Trillando la Fina” fue la primera canción del más reciente álbum de la banda, y confirmo que su público le es leal hasta en sus más últimas canciones. Luego llego el momento de “Del más allá”, sin duda un tema con un riff muy coreado. Siguiendo con la misma placa el siguientes fue, para muchos una de las mejores canciones de la banda por su contenido lírico, “Se vos”, la gente desplegó toda su voz para cantar junto a Iorio y generar un clima un tanto emotivo como siempre suele suceder con este tema. Nuevamente la pantalla dejaba de lado a los músicos para proyectar en este caso, parte del video “El visitante”. Como era de esperar, una banda tan criolla, y haciendo mención a la comida por excelencia Argentina, se hizo presente “De la Carne” del disco “Del Entorno”.
La salida del cuarteto del escenario nos daba indicio que estábamos a mediados del show, y como es habitual, llegó el entretiempo de la mano del Tano Marciello. Sin otra presencia más que su criolla acuesta, el violero sedujo a un estadio ejecutando “Sopla el pampero”, “Motivo ciudadano” y “Caballo Negro” con una destreza inigualable. Luego llegó la balada “Mi Credo”.
Ya para esta altura el cansancio de Iorio era más notable, seguramente debido al dolor producto de su pasado accidente. Aunque no hubo mucho dialogo entre tema y tema, siempre alguna frase queda como anécdota, en este caso frases como, “Me equivoque en un parte (de la canción) pero como son mis canciones hago lo que quiero” o “Ya soy un hombre grande por eso hago lo que se me canta la pija”.
El show continuo con “Pa’l recuerdo”, con un público tranquilo. No duraría mucho ya que el siguiente en aparecer fue “Debes saberlo” tema muy agitado por su gente. “Si me ves volver” volvió a dar un respiro a la masa de gente que se encontraba presente. “Regresando”, tema no muy común en los repertorios del grupo, se hizo presente.
El público seguía con la energía intacta a pesar de que los pogos casi no pararon durante toda la noche. Nuevamente las pantallas lucían en gigante la imagen de José Larralde, acto seguido comenzaba “De los pagos del tiempo”. El show entraba en la recta final y daba paso a “Toro y Pampa”, sin dudas, otro gran momento emotivo de la noche para abrazarse con amigos y cantar juntos.
Ahora sí llegábamos al final, y como no podía ser de otra manera, el cierre fue el clásico, “Almafuerte” y “A vos Amigo”, que a pesar de ser siempre los encargados de cerrar el show, nadie se opone a ello ya que generan un clima espectacular. En poco más de hora y media, Iorio, Marciello, Ceriotti y Valencia hicieron lo que tenían que hacer, despedir el año y reafirmar que son la banda más grande del heavy nacional.
Texto: Fernando Elias / Fotografías: Marcela Falcone